Guia de Xàtiva

Iniciaremos nuestro itinerario en el extremo Este de la ciudad, concretamente en el Jardín del Beso donde podremos contemplar lienzos y torreones de la antigua muralla. Cerca está, también, la Fuente barroca de los 25 caños, construida en 1794. Después entrando por la bocacalle que se abre a la derecha, penetramos en el antiguo Barrio del Mercado donde encontramos el Convento de Sant Onofre `el Nou`, reedificado intramuros en 1715, y la Iglesia gótica de Sant Pere construida en el siglo XIV con un interior verdaderamente interesante: Retablos góticos y renacentistas, pinturas murales al fresco y criptas subterráneas.


Por la calle San Pere llegaremos a la Plaza de Alejandro VI, que se abre a mano izquierda. Aquí se encuentra enclavada la Casa natalicio de Alejandro VI, Papa Borja nacido en Xátiva en 1431. En el centro de la plaza la Fuente de Aldomar, de estilo barroco, preside el espacio urbano rodeada de casas dieciochescas. Saliendo de la plaza recto por la calle del Ángel, y pasando por la Casa del Barón del Sacro Lirio, llegaremos a una plaza monumental: la plaza de la Trinidad. En ella se sitúa la Fuente de la Trinidad, ejemplar único del siglo XV de maravillosa factura. A su lado el ex-convento de los Trinitarios hoy convertido en el Archivo Municipal, y del que tan solo se conserva la puerta gótica de entrada a la iglesia. Detrás el Palacio de Alarcón, monumental edificio barroco hoy sede de los Juzgados de 1ª Instancia e Instrucción. En frente, donde se abre la calle Montcada, el monasterio de las monjas franciscanos de Santa Clara cuyo origen se remonta al siglo XIV y su voto es la clausura, tal y como evidencian sus ventanas cubiertas de celosías.


Nada más comenzamos a andar por la calle Montcada torceremos a la izquierda y ascenderemos hasta la plaza de Calixto III o "de la Seu`, pero antes nos detendremos para contemplar la coqueta y romántica Botica Central, antigua farmacia del siglo XVIII que hoy alberga la Oficina Municipal de Información al Consumidor (O.M.I.C.). En su fachada posee un retablo cerámico barroco alusivo a los personajes ilustres nacidos en la ciudad. Justo al lado, imponente y majestuosa se alza la fachada de la Colegiata de Santa María, cuyas obras duraron más de 300 años y aún permanece incompleta al no haberse concluido la construcción de un segundo campanario gemelo al actual, tal y como rezaba el proyecto original. Posee cuatro puertas, una en cada lado, cada una de ellas de un estilo artístico diferente. Su interior es austero pero alberga una joya del Neoclásico: el Altar mayor. En él se encuentra ubicada la imagen de la patrona de la ciudad, la Virgen de las Nieves, obra de Mariano Benlliure.


Saliendo de la Iglesia Colegial por su puerta principal nos encontramos de frente el Antiguo Hospital con su fantástica fachada, donde se reúnen el gótico y el renacimiento con gran armonía. Fue construido entre los siglos XV y XVI para albergar a los enfermos y los pobres de la ciudad. Saliendo del Hospital y girando a mano izquierda cogeremos la calle Corretgería donde, tras bajar una escalinata, se abre la plaza del Mercado. Es esta una plaza porticada donde la mayoría de los edificios son del siglo XVIII y XIX. En la parte baja de las mismas se sitúan comercios y tiendas variadas. Todos los días hay mercado pero martes y viernes, por privilegio de Jaime 1, son los días de mercado por excelencia acudiendo mercaderes de todas partes con productos de lo más variado


Cruzando la plaza del Mercado y siguiendo recto atravesamos la popular `calle de las tiendas`, zona comercial por excelencia, hasta que la segunda bocacalle a la izquierda nos conduce al museo del Almudín. El museo del Almudín es un magnífico edificio con un sorprendente patio porticada de estilo renacentista que se halla literalmente pegado al Antiguo Peso Real, formando el conjunto de ambos el susodicho Museo del -Almudín. Entre sus dos secciones, la de Arqueología y la de Bellas Artes, se recogen piezas arqueológicas de todas las épocas y obras artísticas de autores de la talla de Josep de Ribera, Vicente López, Mariano y José Benlliure o Santiago Rusiñol. Además, existe una sala integrada por obras depositadas por el Museo del Prado. Todo un lujo para los amantes del arte.


Saliendo del museo y bajando de nuevo a la `calle de las tiendas` llegaremos a la plaza de San Francisco. Es esta una de las plazas más emblemáticas de la ciudad, está presidida por la barroca fuente del mismo nombre y coronada por la imagen del Santo, obra de Manuel Boix. Al fondo la Iglesia gótica de San Francisco, superviviente del antiguo complejo monástico que los franciscanos tenían junto a la calle Montcada. En la Iglesia estuvieron enterrados miembros de la familia Borja, el Conde de Urgel y otros personajes importantes. De su antiguo esplendor tan solo queda la tracería gótica de sus bóvedas y la puerta lateral semejante a la del ex-convento de los Trinitarios.


Recorremos la calle más importante de Xátiva en todos los tiempos, la calle Montcada, no en vano fue -y aún hoy es- mudo testigo de los acontecimientos religiosos, civiles y políticos más destacados que se celebran en la ciudad. Por ella desfilaron, nobles, reyes e importantes clérigos. Las fachadas de sus edificios están presididas por escudos heráldicos, los llamados Blasones, representando las `armas` de cada familia nobiliario. Así veremos la Casa de Diego, el palacio de los Mahiques-Sanz o del Marqués de Montortal, claros ejemplos de la sociedad que aquí habitaba. Al final torceremos a la izquierda para llega hasta la Fuente del León, junto a una gasolinera. Antiguamente existía aquí una puerta de entrada a la ciudad, El Portal del León, sin embargo hoy contemplamos la Fuente que le proporcionó el nombre y los edificios modernistas que se sitúan junto y enfrente a ella.


LA COSTA DEL CASTELL Como `Costa del Castell` se entiende toda la vertiente Norte de la montaña del Castillo. Aquí accederemos por la plaza del Españoleto siguiendo las indicaciones y, en sentido ascendente, cruzaremos un par de plazas tras las cuales avistaremos un torreón rectangular denominado `La Torre de L'Almetla", desde la cual parten las murallas de poniente hasta la cima del Castillo. Siguiendo la carretera dejaremos a la izquierda el mirador del Bellveret, construido sobre una primera línea de muralla que cercaba la parte superior de la ciudad. En este mirador encontraremos, también, un escultura de Manuel Boix dedicada al valenciano juego de la pelota. Además, podremos disfrutar de una magnífica vista de la ciudad. Más adelante llegamos a la ermita de San José. Iglesia barroca del siglo XVIII construida sobre una ermita anterior dedicada a Santa Bárbara y donde se encuentra, según cuenta la tradición, la puerta que cruzó Jaime 1 tras rendirse la ciudad en pentecostés de 1244.


En frente justo, y cruzando un estrecho puente, llegaremos al ermitorio de San Felix, patrón de la ciudad. Es este una verdadera sorpresa, ya que en el interior de un templo del siglo XIII encontraremos un auténtico museo pictórico. Retablos de los siglos XV y XVI de autores conocidos como `los primitivos` nos acercan al arte medieval y renacentista. Igualmente interesantes son los frescos de las paredes o la maravillosa pila de agua bendita, de estilo románico, labrada en alabastro con representaciones figurativas. Al salir del templo nos fijaremos en su portada, también románica, que aunque austera nos dejará encantados por su sencillez.


Ahora, si queremos caminar, podemos coger la sendita que existe detrás de la ermita y que nos conducirá, a pocos metros, hasta la Nevera, impresionante construcción medieval que antaño almacenaba nieve con el fin de poder conservar los alimentos perecederos. Podemos seguir la sendita hacia poniente y llegar a la `Cueva de los Palomos`, ermitorio rupestre dedicado a nuestra señora la Virgen y hasta la cual se hacen romerías y misas. Tendremos que deshacer lo andado para tomar, la senda que conduce por levante hasta la Denominada `Cova de les Gotetes`. Es esta un gigantesco aljibe árabe construido en el interior de una cavidad rocosa en la que el agua se recoge por filtración, a base de gotas que caen desde las paredes rocosas, sistema del cual toma su nombre.


Desde aquí, saldremos a la carretera que nos conducirá al Castillo. Antes contemplaremos la denominada `Cova dels Lleons", llamada así porque, tradicionalmente, se creía que era el lugar donde iban a parar los prisioneros que eran comidos por los leones que vivían en la misma cueva. Hoy sabemos que no es más que un aljibe para la recogida de agua. Finalmente llegamos al Castillo de Xátiva estructurado en dos partes, el Castillo Mayor a la derecha y el Castillo Menor a la izquierda. Si nos dirigimos hacia la derecha llegaremos a la plaza de Armas con un buen mirador para observar el paisaje, después podemos acercarnos a la cercana puerta del Socorro, lugar de salida a los Valles del Sur y donde se vivieron los episodios más sangrientos durante las revueltas de las Germanías con la muerte de Guillem Crespi de Valldaura, famoso noble valenciano.


Seguiremos subiendo y hallaremos unas escalinatas donde se ubican tres de los cánones que aun quedan de la Guerra de la Independencia de 1812. Continuamos nuestra ascensión iniciando un largo paseo que nos conduce hasta un Torreón gótico que era una de las 3 puertas que poseía el recinto del Castillo Mayor. Antes de cruzar esta puerta, justo enfrente, podremos observar lo que se conserva de un antiguo aljibe árabe, después convertido en estanque. Los aljibes eran muy importantes para el abastecimiento de agua en un castillo, y es por ello que existían muchos construidos en varios puntos.


Atravesando el Torreón Gótico llegamos a la Capilla de Santa María, construida por orden de la reina María, esposa de Alfonso V `el Magnánimo`. De estilo gótico, alberga los restos mortales del Conde de Urgel, muerto en el Castillo de Xátiva en 1433, tras su encierro en el mismo, por no haber aceptado de buen grado la decisión del Compromiso de Caspe. Subiendo un poco más visitaremos las prisiones del Castillo formadas, hoy en día, por dos estancias una de las cuales era para el castigo. Nos fijaremos en la placa de entrada en la que viene una extensa lista de personajes ilustres que estuvieron presos aquí. Hasta 1748, año en el que un terremoto destruyó la mayor parte de las estancias del Castillo, existía la denominada `Sala del Duque`. En esta sala estuvo encerrado el Duque de Calabria por espacio de diez años hasta que terminado su encierro se caso con Doña Germana de Foix y se convirtió en virrey de Valencia


Justo enfrente de las prisiones quedan, en bastante mal estado, lo que se ha conservado de las estancias del alacaide y los guardianes del duque. El último esfuerzo nos llevará hasta un torreón truncado que hoy sirve de mirador, desde el cual podremos observar las Murallas de Poniente y los aljibes a los mismos pies del torreón. Tras descender y retornar a la plaza de Armas de nuevo, nos dirigiremos hacia el Castillo Menor. Esta parte está compuesta por un recinto fortificado de menores dimensiones al cual accederemos por una puerta gótica, en la que existe una placa que nos recuerda los orígenes y vicisitudes que tuvo el Castillo de Xátiva.


Atravesando la puerta y recorriendo una especie de corredor que nos dejará delante de un lienzo de muralla del cual parte el denominado `paso de ronda`, camino estrecho junto a las almenas que servía para conectar los torreones y hacer la guardia los vigias, llegaremos a la entrada gótica de acceso a la fortificación del Castillo Menor, y desde aquí nos dirigiremos a la derecha para observar la magnífica vista del conjunto del Castillo desde un pequeño balcón. Luego nos trasladaremos al extremo opuesto, dejando de lado un antiguo aljibe convertido en cuadras, y accederemos por unas estrechas escalinatas a los torreones y almenas desde donde tendremos ocasión de contemplar dos antiguas torres vigía encima de la "Penya Roja`. También desde aquí observaremos las Murallas de Levante y toda la zona Este de la ciudad.


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