Los hallazgos más antiguos de la comarca de Xàtiva se remontan al
Musteriense, 30.000 años a.C. De esta fecha es el cráneo del hombre de
Neanderthal encontrado en la Cova Negra. En época ibérica se llamaba
Saiti y era –juntamente con Ilici (Elche) y Dianium (Denia)- una de las
ciudades más importantes de la Contestania, territorio que abarcaba desde
elrío Júcar hasta el Segura. Los romanos la llamaron Saetabis. Durante la
época visigótica tuvo un obispado cuya iglesia estaba en la actual Sant
Feliu. Después del Califato fue independiente durante un breve período,
formando parte, posteriormente, de las Taifas de Denia, Valencia y Murcia.
Fue conquistada también por almorávides, en 1092, y por almohades, en
1172. En el siglo XI se creó en Xàtiva la primera fábrica de papel de Europa,
hecho de paja y arroz, y que todavía es conocido en Marruecos como
papel xativi.
El rey Jaume I conquistó Xàtiva el 22 de mayo de 1244. Obtuvo la concesión
de ciudad en 1347 por el rey Pedro IV, tras haberle sido fiel durante la guerra
de la Unión.
Desde 1244 hasta 1707 fue la segunda ciudad en población e importancia
política del Reino de Valencia. En los siglos XIV y XV nacieron en Xàtiva los
dos futuros Papas Borja: Calixto III y Alejandro VI.
Las Germanías tuvieron especial importancia en Xàtiva donde, además de
otros hechos militares, apareció el famoso personaje l'Encobert que se hacía
pasar por hijo del rey y capitaneaba los deseos de justicia social del pueblo.
En 1591 nace en Xàtiva el pintor Josep de Ribera, El Españoleto. Las tropas
franco-castellanas pusieron sitio a Xàtiva el 5 de mayo de 1707. El 24 de
mayo asaltaron la ciudad y después obligaron a la población a abandonarla
para incendiarla.
Cuando en agosto de 1708 se comenzó a reedificar, por imposición del
déspota Felipe V, se llamaba Nueva Colonia de San Felipe, nombre que
tuvo vigencia hasta las Cortes de Cádiz en 1812. Desde entonces, los
valencianos llaman socarrats a los setabenses. La ciudad pasó, por
razones políticas, a un plano muy secundario y solamente durante el
trienio liberal (1820-1823) recuperó su importancia, siendo capital de
provincia.
En los últimos tiempos, Xàtiva ha sido la patria de eruditos como Jaime y
Joaquín Lorenzo Villanueva, historiadores y políticos; Manuel Sanelo,
lingüista de nuestra renaixença; Vicente Boix, historiador; Blai Bellver,
poeta satírico; Ventura Pascual; Gonzalo Viñes; J.A. Maravall, y
Francisco de Paula Martí, inventor de la taquigrafía. Estos hombres
universales y muchos otros anónimos han dejado en Xàtiva el sedimento
de su historia, su ciencia, su arquitectura, su arte, sus costumbres, su
trabajo, su gastronomía. Su cultura, en suma, que en muchos aspectos
perdura todavía entre nosotros y está al alcance de quienes nos visitan.